Cancionero popular de Andalucia

Salvador Rueda

El día de conocerte, mira qué casualidad, tu nombre estuve escribiendo en la escarcha de un cristal.
Se rompe un espejo y se rompe en mil cristales,quiero borrarte del pecho y te miro en todas partes.
A las puertas de la muerte sentado habré de aguardarte; no faltarás a la cita ,allí te espero, ya sabes.
Aprovecha tus abriles y ama al hombre que te quiera, mira que el invierno es largo y corta la primavera.
A la luz de tu mirada despido mis penas todas, como a la luz de los astros la hoja despide la sombra.
Cuando eche mi cuerpo flores sólo una cosa te pido, que las pongas en el pecho donde no pude estar vivo.
De dos montañas distintas corren al mar dos arroyos,y en el camino se juntan para no caminar solos.
Tus ojos son un delito negro como las tinieblas, y tienes para ocultarlo bosque de pestañas negras
Rayito fuera de luna para entrar por tu ventana, subir después por tu lecho y platearte la cara.
Cuando me esté retratando en tus pupilas de fuego, cierra de pronto los ojos por ver si me coges dentro.
Dos velas tengo encendidas en el altar de mi alma, y en él adoro a una virgen que tiene tu misma cara.